OPERATIVIDAD INTEGRAL ANTE LA MIGRACION IRREGULAR
Por Henry Madrigal (IVLP alumnus, experto en lucha contra el tráfico de personas, Costa Rica)
Recientemente, los países latinoamericanos han tratado de generar una reacción organizada ante la explotación del individuo migrante que ha sido detectado por redes locales en su situación de vulnerabilidad, aprovechando los espacios legales de los Estados para invocarlos a ser partícipes de su propio desarraigo, trayendo consigo el consecuente sufrimiento posterior de las consecuencias que la pésima percepción del engaño trae consigo y el sufrimiento de los familiares, amigos y allegados como daño colateral.
Si bien es cierto que la Convención de las Naciones Unidas de Palermo, en su Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, que complementa la Convención contra la Delincuencia Organizada, establece en lo que interesa que es “…la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material…” donde la entrada ilegal es “… el paso de fronteras sin haber cumplido los requisitos necesarios para entrar legalmente en el Estado receptor…”, la situación real no ha sido visualizada en la apertura que está teniendo la Delincuencia Organizada Transnacional, quedando corta la propuesta hecha efectiva como parte de los alcances esperados de la Convención del 2000, dejando vacíos importantes que los Estados no han contabilizado para la sostenibilidad de quien es el importante en estos evento y que está siendo desestabilizado, el ser humano.
Esto nos permite partir hacia la realidad que ha quedado oculta, cual es que el migrante ha sido cubierto por personas que se organizan dentro de su Estado para simular la partida legal hacia países de destino como los Estados Unidos, Alaska y Europa, aprovechando su situación de exclusión social, tomando en cuenta aquí la educación, el materialismo y el consumismo como objetos de convencimiento, dando riendas a opciones de reacción inmediata que lo único que perfilan es la consolidación de una solución engañosa que al final, por medio de los tentáculos que llegan hasta las sociedades que se proponen como la solución mediante el acceso personal, lo que permite es que el poco dinero que se consigue sea la soga al cuello de lo poco que se logra mantener para la sobrevivencia en sencillez y humildad, que incluye a los familiares más cercanos, amigos y allegados que también dejan sus pocos y humildes bienes en fianza para que el sueño sea de verdadero alcance, siendo el círculo completado para abarcar, apretar y despojar a los más vulnerables con toda facilidad legal, ya que la consolidación del delito se inicia en un segundo o tercer país, donde las huellas de prueba no tienen posibilidad de ser accesadas, dejando como recursos los propios de las reacciones migratorios en acuerdo bilateral, para que así el retorno del ciudadano sea seguro a su lugar de proveniencia, en el cual no encuentra más que responsabilidades, deudas y no muy buenos amigos que han sido afectados por la falta de cumplimiento de los pagos, esto en razón de un supuesto trato que nunca fue más que el engaño perfecto a quien fuera detectado como presa fácil.