Los elementos centrales de la discusión sobre la evolución del concepto de seguridad son los siguientes:
- No existe una pacífica noción de Seguridad (universalmente consensuada / aceptada / adoptada).
- El papel del Estado-Nación individual, como referente absoluto y/o excluyente, o no.
- El carácter exclusivamente militar, o más allá de lo militar, de la Seguridad.
- Lo actual: Seguridad Global y las «3D».
Analicemos a continuación los mencionados puntos, a saber:
- No existe una pacífica noción de Seguridad (universalmente consensuada / aceptada / adoptada).
El hecho de que no exista una sola, inequívoca y universalmente aceptada definición de Seguridad, (tal como nos introduce el Documento Marco 05/2011 sobre «La Evolución del Concepto de Seguridad», del Instituto Español de Estudios Estratégicos), muestra ya la naturaleza controvertida del término y sus implicancias. Ello manifiesta las distintas opiniones y enfoques, surgidos en el mundo no sólo por cuestiones ideológicas y filosóficas, sino también geográficas y cronológicas. Evidentemente, a más de la natural diferencia de pensamiento entre humanos -evocada desde la Antigua Roma por Marco Tulio Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.), en su frase Tot capita, tot sententiae («Tantas cabezas, tantas opiniones»)-, existen disimilitudes generadas específicamente a partir de la variedad de momentos y entornos. La cuestión no es menor, ya que -más allá de una simple abstracta discusión académica- la concepción teórica tiene influencia en lo político y, consecuentemente, en la toma de decisiones, también a nivel militar.
Como se desprende del documento español arriba citado, y también del artículo de Jack Snyder «Un mundo, teorías rivales» (Foreign Policy, ed. Española, 21/01/2005), desde los conceptos tradicionales y las modificaciones post-Guerra Fría, hasta las nuevas tendencias contemporáneas, el eje de la discusión sobre la Seguridad se ha centrado, en gran medida – tanto para el realismo, como para el liberalismo y el idealismo (o constructivismo)- en los dos siguientes puntos:
- El papel del Estado-Nación individual, como referente absoluto y/o excluyente, o no.
- El carácter exclusivamente militar, o más allá de lo militar, de la Seguridad.
Advertidos entonces de que no encontraremos un consenso total sobre el concepto de Seguridad, a los fines gnoseológicos y esquemáticamente presentadas en base a la bibliografía ya mencionada, pueden resumirse las siguientes posiciones y tendencias:
- Realismo:
Teoría tradicional por excelencia. Los Estados son objeto y unidad de medida referente; ellos luchan en la arena internacional por el poder y defienden sus propios intereses, independientemente de su forma de gobierno. El poder militar y el equilibrio de poder entre Estados son elementos preponderantes.
- Liberalismo:
Parte fundamental también de la tradición teórica. Los Estados siguen siendo los principales referentes, pero no aisladamente sino en conexión con otros determinados; esto da lugar al concepto de Seguridad Colectiva, en el que se produce una dinámica conjunta y coherente para las decisiones, a través de instituciones multilaterales, «equilibrando solidariamente las diferencias de intereses, atenuando incertidumbres y desalentando comportamientos agresivos» (Ballesteros Martín, «Las estrategias de seguridad y de defensa», citado en el Documento Marco 05/2011). La promoción de la Democracia es clave, puesto que es infrecuente que los gobiernos democráticos se enfrenten mutuamente en guerra (v. Jack Synder, artículo citado).
- Idealismo:
Hace parte igualmente de las teorías tradicionales. Entiende que la política exterior debe basarse sobre normas éticas y legales. Su versión más actual es el Constructivismo, que hace incapié en la construcción de la realidad social a través del debate sobre ideas, valores y principios, en un contexto cambiante de soberanía, derechos humanos, justicia internacional e influencia creciente de las religiones.
Cada uno de estos enfoques ha dado lugar a una serie de declinaciones y matices, creándose una palette de combinaciones que se han ido modificando, en búsqueda de un match-making con la realidad, quizás más descriptivo que anticipativo. La búsqueda de la «teoría perfecta / definición perfecta» se ha complicado aún más por el dinamismo actual de los hechos en el planeta, caracterizado esencialmente por un dato: cada vez suceden más cambios en menos tiempo, lo que implica mutaciones más veloces (parciales o totales) en los paradigmas. Ello conspira contra las grandes definiciones y teorías que pueden contener elementos perecederos respecto al acelerado devenir de la historia; pero de ningún modo detiene la exploración teórica dirigida a la comprensión. De este modo, surgen las siguientes concepciones superadoras:
- En el ámbito del enfoque que tiene al Estado como objeto fundamental de la Seguridad, emergen los conceptos de Seguridad Común, Seguridad Integral y Seguridad con fines defensivos. Es importante enfatizar aquí la noción de Seguridad Cooperativa: el Estado no puede afrontar de manera aislada los problemas actuales; se deben incluir actores no estatales; la herramienta militar no es ni principal ni excluyente; las soluciones comprenden distintas esferas (diplomática, informativa, militar, económica, política y civil).
- En la órbita de quienes apuntan a re-evaluar/redimensionar la importancia del Estado como objeto principal de la Seguridad (inclusive son Estados quienes con frecuencia participan de la inseguridad en el sistema internacional), poniendo a la persona al centro de la cuestión, emerge el concepto de Seguridad Humana, apoyado por la ONU, que incluye cuestiones de economía, alimentación, sanidad, política, medio ambiente, protección individual de las personas y de sus comunidades. Sobre estos últimos dos ítems (protección individual de las personas y de sus comunidades), cabe preguntarse, por ejemplo, cómo se irán construyendo las diferentes argumentaciones y decisiones en el G7 y/o G8 -y en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas- acerca de la actual intervención rusa en Crimea, con las hipótesis de escenarios futuros que ello implica.
Desde el punto de vista de la lógica formal, los postulados tradicionales y sus correspondientes evoluciones pueden ser contrarios en ciertos puntos, pero no son absolutamente contradictorios; por lo tanto, son susceptibles de complementarse e integrarse. De hecho, respondiendo a los nuevos desafíos surgidos luego de la icónica caída del Muro de Berlín, los enfoques evolutivos-contemporáneos compatibilizan elementos y superan los límites originales de esas teorías, amalgamándolas en varios ítems, de manera tal que el concepto de Seguridad se amplía: ya no hay una nítida división entre retos individuales y colectivos, internos y externos, o civiles y militares, como veremos a continuación.
- Lo actual: Seguridad Global y las «3D».
El modelo más evolucionado, hasta el momento, está representado por:
a) El pragmatismo de la Wider Security (Seguridad más amplia), comprendiendo la tradicional defensa militar e incluyendo, asimismo, problemas transfonterizos tales como el crimen organizado, terrorismo, corrupción, degradación del medio ambiente, disputa por los recursos naturales, catástrofes naturales, flujos incontrolados de refugiados, inmigración no regulada, miseria y hambre. Ello, sumado a:
b) Una combinación de instrumentos de Hard Power y Soft Power, donde la utilización de herramientas militares (Defense), diplomáticas (Diplomacy) -en sus versiones gubernamental, pública y ciudadana-, y de desarrollo (Development), apuntalan coherentemente a la Seguridad Global, compuesta ésta por tres capas: la Seguridad Nacional (protege y defiende la Nación); la Seguridad Humana (salvaguarda la vida y el bienestar de las personas); la Seguridad Colectiva (asegura los intereses compartidos por el mundo entero).
Este modelo es básicamente la unión de enfoques tradicionales evolucionados y de aquellos emanados desde tres destacados Think Tanks de Washington, DC: el del Center for Strategic International Studies (CSIS), llamado «Smart Power» (Poder Inteligente); el del Center for American Progress (CAP), denominado «Sustainable Security» (Seguridad Sostenible), y el del Center for a New American Security (CNAS), que también hace incapié en las tres «D» de la Seguridad: «Defensa, Diplomacia y Desarrollo». Varios de los principales actores internacionales (ONU, OTAN, UE, EE.UU., Francia, U.K.) se encuentran alineados con dicho modelo, según indica el mencionado documento publicado por el Ministerio de Defensa de España, el cual no hace referencia alguna a los enfoques correspondientes a los otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Muchos esfuerzos y pasos se han dado en dirección a la comprensión y definición de lo que significa, finalmente, Seguridad. Sin embargo, a tenor de los acontecimentos que el mundo, sus stakeholders y la naturaleza van mostrando día a día, todavía queda mucho camino por recorrer.
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