EL ORO AZUL (The Blue Gold)
© by Ricardo Vanella (IVLP, Argentina). Strategic Positioning and International Marketing specialist.
La Organización de las Naciones Unidas estima que la cuarta parte de la población mundial carece de agua potable salubre, y que esta proporción se duplicará dentro de veinte años. Del total de los recursos hídricos del planeta, el agua dulce solamente representa el 3%.
Según el Consejo Mundial del Agua, con el ritmo actual de inversiones hídricas públicas y privadas, el acceso al mencionado recurso podrá garantizarse hasta el año 2025 en Asia, 2040 en América Latina y el Caribe, y 2050 en Africa.
La demanda creciente de agua desde 1950, ha sido satisfecha con el aumento del uso de recursos subterráneos. Globalmente, 65% de esta agua se dedica a irrigación, 25% para consumo y 10% para la industria.
El agua ha pasado a ser, junto con el petróleo, un tema crucial para el presente y para el futuro, inclusive de brevísimo plazo. La controversia esencial se expresa entre quienes creen que el agua debe ser considerada como una commodity –un bien comerciable como cualquier otro- y quienes sostienen que se trata de un bien social muy especial, relacionado con el derecho a la vida.
Hace 8000 años, gran parte de lo que hoy es Nigeria eran bosques que alimentaban y cobijaban a sus habitantes. En dicho país, ahora hay unos 13 millones de personas que padecen letalmente de hambre y de sed, pues a medida que el desierto avanza sobre sus poblaciones, las lluvias y pozos de agua son más escasos.
Desde hace ya unos años, la tecnología espacial se está empleando también para identificar y estudiar este elemento insustituible que es el agua, por ejemplo a través de la iniciativa TIGER de la Agencia Espacial Europea (ESA), puesta en marcha en 2002, con motivo de la Cumbre por el Desarrollo Sostenible, realizada en Johannesburgo, Sudáfrica.
El inventario actual de existencia de agua incluye 273 acuíferos compartidos; 68 de ellos en las Américas, 38 en Africa, 65 en Europa oriental, 90 en Europa occidental y 12 en Asia.
Los países del Mercosur no sólo comparten un proyecto de unión aduanera; todos ellos están asentados sobre una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo: el Sistema Acuífero Guaraní.
Se trata de un reservorio hídrico formado hace 132 millones de años y que posee una extensión de 1,2 millones de km2, lo que constituye una superficie mayor que la de España, Francia y Portugal, en conjunto; subyace en zonas de Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil.
La investigación sobre el Acuífero estuvo, hasta 1997, a cargo de universidades de Argentina, Uruguay y Brasil. Ella se llevaba a cabo pensando que podía haber petróleo, pero se encontró -a aproximadamente sólo 1000 metros de profundidad- agua caliente y de gran poder energético para la industria. Luego, la exploración pasó a ser parte de un proyecto financiado por el Banco Mundial.
Dicen algunos entendidos en la materia, que aguas del Acuífero son ricas en isótopos radioactivos, los cuales son indispensables para el desarrollo de la industria aeronáutica, espacial y también militar. Se comenta que se han encontrado dichos elementos también en aguas del Río Paraná, lo cual indicaría que hay una conexión entre el Paraná y el reservorio, mientras que el enlace entre el Acuífero y los Esteros del Iberá ya está confirmado.
Se calcula un volumen almacenado de 40.000 a 50.000 km3, y cada km3 es igual a 1 billón de litros. Tiene variaciones en cuanto a la potencia. El espesor de ese paquete sedimentario podría ser entre 200 y 800 metros.
En Misiones existen tres perforaciones realizadas en el 2008: una en Oberá, otra en Posadas y una tercera en Cerro Azul. Están planificados otros cuatro pozos, en lugares aún no definidos, y un quinto está paralizado en Eldorado desde principios de 2008.
El Acuífero podría abastecer durante 200 años la población mundial, a razón de 100 litros por habitante por día. Al ser uno de los más grandes depósitos del líquido vital -ubicado en un área de baja densidad de población- y ante la inminente escasez de agua dulce en determinadas regiones del planeta, se convierte en un factor de alta relevancia geoestratégica, de caras al futuro de breve y mediano plazo.