El proceso de formulación de la estrategia y política de defensa, puede leerse como un proceso de comprensión/acción que implica toma de decisiones, que es multinivel (no se agota en una sola persona ni en una sola decisión) y continuo (se retroalimenta para ser calibrado constantemente). Podemos visualizarlo como un «círculo» -si no aplicamos una dimensión axiológica, es decir no evaluamos su efectividad-, o bien, si la evaluamos, podemos proyectarlo como una «espiral ascendente» o «descendente», según logre su propósito, o no. (A los meros efectos descriptivos, favor considerar aquí «ascendente» como indicación de exitoso y evolutivo, y «descendente» como fracasado e involutivo).
Este proceso guarda en sí mismo un proceso de razonamiento. De allí que, si razonamos correctamente, estaremos construyendo una espiral de tendencia ascendente; por lo contrario, si razonamos incorrectamente, nos estaremos perfilando hacia el descenso. Ello pone en evidencia la función y la utilidad del Pensamiento Crítico cual brújula intelectual, que al «impregnarlo todo» (como indica Peter A. Facione, en «Pensamiento Crítico: ¿Qué es y por qué es importante?», Insight Assessment, the California Academic Press, 2007) nos permite recorrer la realidad con mayor objetividad y a la vez construir -con mejores chances de éxito- un trayecto, desde el Propósito al Resultado, de cuyas decisiones también dependen nuestra propia supervivencia y la de la entera sociedad. En dicho contexto, basta pensar, por ejemplo, en el extraordinario valor de la Autorregulación (explicada por Facione), la cual cumple un rol de control de calidad que dispara el feedback necesario para, justamente, poder llevar a cabo el calibrado constante arriba mencionado. Dicho control de calidad está resumido en los «Estándares Intelectuales Universales», enunciados por la Fundación para el Pensamiento Crítico (Richard Paul & Linda Elder, Mini-guía para el Pensamiento crítico – Conceptos y herramientas, Fundación para el Pensamiento Crítico, 2003).
Cabe destacar que el Pensamiento Crítico no sólo sirve para situarnos en un punto, sino que además facilita una metodología para movernos, para navegar con el discernimiento. De ese modo, las características-etapas propuestas por Richard Paul y Linda Elder en su «Mini-Guía», PROPOSITO / PREGUNTA / INFORMACION / CONCEPTOS / SUPUESTOS / INFERENCIAS / PUNTO DE VISTA / IMPLICACIONES, fungen de balizas del conocimiento a lo largo de todo el conjunto de fases que hacen al proceso decisional.
Last but not least: un contexto global que presenta una intensa interconexión de países/mercados/stakeholders, con marcada tendencia a la interferencia y a la fragmentación, con nuevas tecnologías accesibles-disponibles de manera capilar y la disminución de costos de ciertos armamentos convencionales, componen un escenario en donde quizá ya no falte mucho para que (como expresa Burt Kosko en El Futuro Borroso, Drakontos 2010), «por primera vez en la historia militar sea más barato atacar que defender».
¿Cuán crucial es evitar el pensamiento autorreferencial, irreflexivo, egocéntrico, etnocéntrico? ¿Cuán vital es el empoderamiento humano en las virtudes intelectuales listadas por R. Paul y L. Elder en el citado trabajo? ¿Qué implicaría -para la viabilidad misma de la Humanidad- una conjugación general de dirigentes/dirigidos padeciendo de anorexia y bulimia cognitivas, es decir, carentes de Pensamiento Crítico?
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