El historiador y escritor estadounidense especializado en Lincoln y la Guerra de Secesión visitó Buenos Aires para brindar la charla «Why Lincoln matters?» («¿Por qué importa Lincoln?»), organizada por la Red Argentino-Americana para el Liderazgo (REAL) cuyo rol es actuar en el ámbito de la diplomacia ciudadana entre esos dos países.Buenos Aires | Victoria Molnar
En su conferencia, Harold Holzer habló de la vigencia del expresidente Abraham Lincoln en la era Obama y lo destaca como un patriota cuyo legado disputan históricamente demócratas y republicanos. La disputa en torno a la herencia del espíritu Lincoln hizo de Holzer un condecorado por los tres últimos presidentes de EE.UU. y el cineasta Steven Spielberg.
Abraham Lincoln ha sido una fuente de inspiración – y real competencia política – para todos los futuros presidentes estadounidenses, desde Grant hasta Obama. Más allá del partido, demócratas y republicanos han luchado por el legado de Lincoln, muchas veces batallando entre sí sobre cuál de los dos partidos merece ser identificado con su manto.
De eso trató la charla «Why Lincoln matters?» («Por qué importa Lincoln») del historiador Harold Holzer en Buenos Aires, organizada por la Red Argentino-Americana para el Liderazgo (REAL) que cumple el rol en el ámbito de la diplomacia ciudadana entre esos dos países. De hecho la disputa en torno a la herencia del espíritu Lincoln ha hecho de Holzer un condecorado por los tres últimos presidentes estadounidenses, y el cineasta Steven Spielberg lo convocó como asesor de su película sobre ese patriota y que narra los esfuerzos del presidente Abraham Lincoln, en enero de 1865, para pasar la Decimotercera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que abolió formalmente la esclavitud en ese país en plena convulsión secesionista.
-Ha escrito decenas de libros sobre Lincoln. ¿Cómo le resultó asesorar a Steven Spielberg esta vez para una película?
-Son géneros completamente diferentes. Yo entendí especialmente después de reunirme con Spielberg que él quería llegar a donde los historiadores no pueden llegar. Los historiadores están limitados por los registros históricos-documentales. Pero el arte puede expandirse. Puede explorar y tomarse sus libertades. En mí trabajo, entonces, consistió en asegurarme de que no hubiera nada que fuera totalmente o terriblemente incorrecto. Pero la visión y el punto de vista de la película pertenecen por completo a Spielberg.
-¿Está de acuerdo con la visión que planteó Spielberg?
-Estoy de acuerdo con la visión. La visión era que Lincoln era un brillante político, que estaba completamente comprometido con la libertad y que estaba dispuesto a hacer tratos políticos que hoy por hoy nos meterían en problemas terribles en la escena política de los Estados Unidos en pos de la meta mayor que se había fijado. Si quiero decir, hablando de las diferencias entre el arte y la historia, le doy un crédito enorme a Spielberg porque exploró esta área en que Lincoln estaba tratando de llevar adelante la 13ava. enmienda y es una época de su lucha que ha sido muy negada, muy dejada de lado por los historiadores. Sólo hay un libro, un libro muy académico y para nada popular en la enseñanza de Historia. La mayoría de los historiadores se dedicaron a la proclamación de la emancipación como el acto más atesorado por Lincoln, y la película, bien muestra, que a Lincoln le preocupaba mucho que ello no durara hasta el final de la guerra.
-En su exposición relata muy graciosamente cómo los demócratas y republicanos y los diferentes presidentes estadounidenses se han disputado históricamente la representación del legado de Lincoln. ¿Por qué importa su figura en pleno siglo XXI?
-Lincoln importa por varias razones: nadie expresó el sentido estadounidense de la democracia como lo hizo Abraham Lincoln y además era simplemente un escritor brillante. Y en tercer lugar él vivió el sueño americano, era por sí mismo la figura mítica, la prueba viviente, que mostraba que alguien de orígenes humildes podía elevarse hasta posiciones de nivel presidencial. Si no importara los distintos presidentes de los distintos partidos políticos no hubieran estado peleando entre sí y abogando cada uno y diciendo que ellos eran los más fieles representantes de su legado. La expresión americana para eso es «Getting right with Lincoln» («Entendiéndoselas bien con Lincoln») y ese legado lleva la idea de que se puede ser modesto y grande; y sacrificar todo por su país -incluyendo la propia vida de ser necesario-; y que la historia te pudiera resaltar luego aunque en tu época no eras popular. Todo eso que tiene la figura de Lincoln es muy atractivo para los políticos que hasta llegan al extremo de decir que escuchan al fantasma de Lincoln en la Casa Blanca. Vive en sus mentes y estar viviendo en las habitaciones en donde él vivió, es algo inspirador.
-Lincoln se preocupó y ocupó por la unión de su país. ¿Están unidos hoy los Estados Unidos? ¿En qué actitudes políticas podría ser encontrado Lincoln hoy?
-El gobierno de los Estados Unidos, desde mi punto de vista, hoy se ve como justo antes de la Guerra Civil: una gran división entre Norte y Sur, entre plebiscitas y conservadores; y un rehusarse a comunicarse con el otro. Eso es lo que atemoriza mucho y nos recuerda que nuestros líderes están obligados a aprender de la historia y no sólo a hablar de la historia. Yo creo que puede ser encontrado en los mejores instintos de políticos de ambos lados (demócratas y republicanos), en los que quieran que la gente pueda ayudarse a sí mismas a superarse.
-En un mundo donde el racismo y la xenofobia aún siguen latentes. ¿Cómo cree que ha influido Lincoln fuera de los Estados Unidos?
-Creo que si Lincoln no hubiera sido asesinado no habría hecho falta la lucha por la anti-segregación en los años `60 en los Estados Unidos. A Lincoln se lo ha citado como ejemplo de comprensión y de expandir las oportunidades en África y en el resto del mundo, a veces fue usado para bien y otras veces para mal. Eso se da porque expandió los límites de lo que era posible antes y porque es una figura que sabe que no es perfecto, sabe que puede crecer y él creció como presidente. Quizás la lección mayor que pueda dar es que la gente puede cambiar para mejor luego de haber sido elegido. En eso están las palabras de su último gran discurso: «El gobierno tiene que ser conducido con malicia hacia ninguno y caridad para todos».
La trayectoria de un entendido en lincoln
Con más de 46 libros escritos, Harold Holzer es una de las principales autoridades estadounidenses sobre la figura de Abraham Lincoln y sobre la cultura política de la época de la Guerra Civil. Actualmente se desempeña como presidente de la Fundación Bicentenario de Lincoln, la organización sucesora de la Comisión del Bicentenario de Abraham Lincoln en los Estados Unidos (ALBC), para la que fue nombrado por el presidente Bill Clinton en 2000, y co-presidió desde el 2001 al 2010. Asimismo, George W. Bush le otorgó a Holzer la Medalla Nacional de Humanidades en 2008; y en 2013 escribió un ensayo sobre Lincoln para el programa oficial en la re-inauguración del presidente Barack Obama. El cineasta Steven Spielberg recurrió a su asesoramiento histórico para la realización del premiado film «Lincoln» (2012) que con 12 nominaciones, se quedó con dos estatuillas en los pasados Premios Oscar. Educado en City University of New York, Holzer comenzó su carrera como periodista, fue director del semanario neoyorquino The Manhattan Tribune y actualmente se desempeña como Vicepresidente Senior de Asuntos Públicos en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el mayor y más completo museo de arte en el hemisferio occidental.